Blog personal sobre aquello que me interesa (a mí, que no soy nadie) en cada momento, siempre que tenga ganas de escribir.
viernes, 15 de enero de 2010
¿Bin Laden o Llamazares?
Cuando lo leí creí que era la típica bobada de mira cuánto se parecen estos, pero no me arrepiento de haber pinchado en el enlace. Realmente, yo creo que han usado el pelo de Llamazares para la hipótesis del Bin Laden viejuno. ¿Qué decís vos?
Podéis mirarlo aquí, si aún dudáis. Es donde lo vi yo.
Obama y Zapatero irán juntos de ejercicios espirituales
Los ejercicios espirituales son un anacronismo del que nunca disfruté. Consisten en una reunión en la que un grupo de personas meditan y rezan durante un período de un mes, aproximadamente.
En EEUU, donde como sabéis el tiempo es oro, hay una versión acelerada de estos ejercicios espirituales que sólo dura un día (aunque muy intenso). Desde el año 1953 viene celebrándose esta reunión, denominada National Prayer Breakfast, en la que el presidente de la nación da un discurso y otro invitado da otro. Es un acto de gran repercusión allí (aquí, la verdad, es la primera vez que oigo hablar de ello), en el que las connotaciones religiosas son primordiales. Lo organiza una secta fundamentalista cristiana llamada La Hermandad (The Fellowship).
Este año, el presidente Barak Obama ha invitado para dar el discurso a nuestro Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero. Es probable que Obama quiera darle a la reunión de este año unas connotaciones filosóficas elevadas, convocando a tan significativo intelectual. No cabe duda de que en este ambiente de funfamentalistas cristianos Zapatero se encontrará como pez en el agua; al fin y al cabo, ha sabido hasta ahora decir a toda audiencia lo que ésta quiere oír (y desdecirse por sus actos en cuestión de horas). Los supercarcas americanos se quedarán encantados.
Para los que crean que todos los norteamericanos son idiotas, debo aclarar que el hecho de que esto siga celebrándose es criticado por algunos sectores de esa variopinta sociedad, que preferirían que su sistema político se diferenciase más del de Irán. Yo estoy de acuerdo con ellos, y no sé si Barak Obama quiere poner a Zapatero en un brete, si es tan inocente como Ricitos de Oro (aunque más oscuro) o si realmente cree que puede redimir a nuestro presidente de su presunto ateísmo.
Lo que es seguro es que Zapatero estará que no cabe en sí de gozo, moviendo el rabito como un lebrel con un solomillo de buey de Kobe.
En EEUU, donde como sabéis el tiempo es oro, hay una versión acelerada de estos ejercicios espirituales que sólo dura un día (aunque muy intenso). Desde el año 1953 viene celebrándose esta reunión, denominada National Prayer Breakfast, en la que el presidente de la nación da un discurso y otro invitado da otro. Es un acto de gran repercusión allí (aquí, la verdad, es la primera vez que oigo hablar de ello), en el que las connotaciones religiosas son primordiales. Lo organiza una secta fundamentalista cristiana llamada La Hermandad (The Fellowship).
Este año, el presidente Barak Obama ha invitado para dar el discurso a nuestro Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero. Es probable que Obama quiera darle a la reunión de este año unas connotaciones filosóficas elevadas, convocando a tan significativo intelectual. No cabe duda de que en este ambiente de funfamentalistas cristianos Zapatero se encontrará como pez en el agua; al fin y al cabo, ha sabido hasta ahora decir a toda audiencia lo que ésta quiere oír (y desdecirse por sus actos en cuestión de horas). Los supercarcas americanos se quedarán encantados.
Para los que crean que todos los norteamericanos son idiotas, debo aclarar que el hecho de que esto siga celebrándose es criticado por algunos sectores de esa variopinta sociedad, que preferirían que su sistema político se diferenciase más del de Irán. Yo estoy de acuerdo con ellos, y no sé si Barak Obama quiere poner a Zapatero en un brete, si es tan inocente como Ricitos de Oro (aunque más oscuro) o si realmente cree que puede redimir a nuestro presidente de su presunto ateísmo.
Lo que es seguro es que Zapatero estará que no cabe en sí de gozo, moviendo el rabito como un lebrel con un solomillo de buey de Kobe.
viernes, 8 de enero de 2010
rasgos sociopáticos
No es la primera vez que escribo sobre el feisbuk. Sin embargo, como en la ocasión anterior me hice un poco de lío intentando abarcarlo todo y repartiendo puñetazos al aire, vuelvo ahora un poco sobre el tema. Viene a cuento de que hoy mismo -no; ayer, que ya son más de las doce- me encontré con un antiguo compañero de colegio en la cola de la fnac y tuvo el detallazo de presentarse, porque si no no me enteraba. Me quedé cortadísimo, porque resulta que se trataba de un supermegaamigazzzo del feisbuk. Si se me hace difícil manejar las relaciones sociales "normales", con estas raritas ya es que me pierdo sin remisión. Cada vez que veo la lista de mis "amigos" me doy cuenta -con pánico- de que al menos la mitad no los reconocería si los viera por la calle. Y eso fue lo que me pasó, que me encontré con un antiguo compañero de colegio (y además uno que se conserva espectacularmente bien) y no lo reconocí.
Muchos de mis amigos de facebook son antiguos compañeros de colegio, y es normal que no los reconozca después de treinta años. Pero es que esta red hace un uso abusivo de la palabra amigo. Eso no son amigos. Son conocidos, familiares, compañeros del colegio; lo que tú quieras, pero no amigos. Yo tengo muy pocos amigos de verdad, y no todos están en facebook. No creo que nadie pueda decir que toda esa muchedumbre son amigos, a no ser que no sepan lo que es de verdad un amigo. Hay gente -a la que yo, tímido enfermizo, envidio- que tiene 170 amigos o más, pero no creo que todos esos sean lo que yo denomino amigo. Es imposible.
Como aparece en Microsiervos, en el refranero social 2.0,
Muchos de mis amigos de facebook son antiguos compañeros de colegio, y es normal que no los reconozca después de treinta años. Pero es que esta red hace un uso abusivo de la palabra amigo. Eso no son amigos. Son conocidos, familiares, compañeros del colegio; lo que tú quieras, pero no amigos. Yo tengo muy pocos amigos de verdad, y no todos están en facebook. No creo que nadie pueda decir que toda esa muchedumbre son amigos, a no ser que no sepan lo que es de verdad un amigo. Hay gente -a la que yo, tímido enfermizo, envidio- que tiene 170 amigos o más, pero no creo que todos esos sean lo que yo denomino amigo. Es imposible.
Como aparece en Microsiervos, en el refranero social 2.0,
"eres más falso que un amigo en Facebook"Por otro lado, se hace difícil gestionar ese capital de amistad tan enorme. Roberto Carlos estaba gilipollas cuando decía que quería tener un millón de amigos. Si ni se iba a acordar de la cara de la mitad, mucho menos de sus nombres, ni de sus cumpleaños ni de los nombres de sus hijos. Y, lo que es todavía peor, cuando escribió la canción todavía no existía facebook, que aún podía haberle ayudado en algo. (¡Qué bestia! un millón de amigos, dice el muy burro).
sábado, 2 de enero de 2010
aparcado en el centro comercial
Qué horrible es la gente del centro comercial. A la mayoría de las tías no me las follaba ni cobrando. Las pocas que están bien tienen aspecto de haberse recompuesto dándose unos brochazos sobre el sudor, la halitosis y la grasota rancia de la espalda. La gente es un asco. Toda ella huele mal. Aún esos angelotes que dejan una estela de olor maravilloso, excitante, que es combinación de lujuria e inocencia, incluso esas tías, seguro que les apesta el culo, o tienen pequeños residuos blanquecinos en el coño. Y de los tíos ya ni hablo, porque ya deberían estar todos muertos.
Pero es que no hace falta ni buscar, para encontrar la asimetría, el defecto, la desproporción. todas estas personas son subhumanos que están aquí por el estúpido convenio de que hay que derrochar el dinero en objetos que nadie desea más que vagamente.
Nos han dado algo de tiempo libre para encontrarnos entre nosotros, nos hemos dado cuenta de que somos monstruos amorfos y pestilentes, de que nuestra vida es un episodio corto de una pesadilla que acaba mal, y nos hemos lanzado a ver si entregándole todo nuestro dinero, el Dios del Centro Comercial quiere vendernos un poco de felicidad.
Fofos, raquíticos, enfermos, obesos. caminan con mala cara, enfadados porque a duras penas consiguen engañarse a sí mismos con la guardarropía que rebosa de sus carros. Son los abalorios que el hombre rico nos ofrece para hipnotizarnos. Y lo metemos en el carro, creyendo que así nos llevamos para casa una razón para seguir viviendo.
Pero es que no hace falta ni buscar, para encontrar la asimetría, el defecto, la desproporción. todas estas personas son subhumanos que están aquí por el estúpido convenio de que hay que derrochar el dinero en objetos que nadie desea más que vagamente.
Nos han dado algo de tiempo libre para encontrarnos entre nosotros, nos hemos dado cuenta de que somos monstruos amorfos y pestilentes, de que nuestra vida es un episodio corto de una pesadilla que acaba mal, y nos hemos lanzado a ver si entregándole todo nuestro dinero, el Dios del Centro Comercial quiere vendernos un poco de felicidad.
Fofos, raquíticos, enfermos, obesos. caminan con mala cara, enfadados porque a duras penas consiguen engañarse a sí mismos con la guardarropía que rebosa de sus carros. Son los abalorios que el hombre rico nos ofrece para hipnotizarnos. Y lo metemos en el carro, creyendo que así nos llevamos para casa una razón para seguir viviendo.
publicado desde móvil (sin enlaces; el aclamado dispositivo blackberry no los permite)
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