jueves, 3 de septiembre de 2009

el timo de los libros de texto gratis

Hace un par de días me llegó una carta de las autoridades educativas de mi comunidad autónoma. En esta carta se cuentan las ventajas del nuevo sistema de gratuidad de los libros de texto, merced al cual los libros de texto dejan de ser gratuitos. Entiendo por lo tanto que el adjetivo solidario/a quiere decir "lo contrario", "mentira", o "que te lo has creído, pringao". Porque en efecto el nuevo sistema hace que los libros dejen de ser gratuitos para una parte de las familias.
No me molesta que tenga que pagar los libros de mis hijos, porque afortunadamente puedo hacerlo y así se destinan los fondos a quien no puede. Me molesta que le llamen "gratuidad solidaria", porque por más que lo intenten con su neolengua, los libros han dejado de ser gratuitos. Y la cosa es aún peor por cuanto en este panfleto infumable, el Conselleiro de Educación Jesús Vázquez Abad retuerce el concepto de gratuidad para asegurar que el nuevo modelo
''introduce por primeira vez en Galicia a gratuidade real e efectiva nos libros de texto'' (…). Co anterior sistema de préstamo, os alumnos e alumnas non dispoñían dos libros en propiedade, polo que falar de gratuidade era ficticio.
O sea, que si los libros no son en propiedad no son gratis. Esto quiere decir que la sanidad no es gratuita porque el médico no es mi esclavo (no me pertenece) y no me puedo llevar la máquina de rayos X a casa. Las carreteras no son un servicio público gratuito porque no puedo disponer de ellas para picarles el asfalto y plantar patatas. Los servicios del Conselleiro -como payaso- no son gratuitos porque no puedo pintarle un bigote con un edding 850. Cojonudo. O usted es un mal conselleiro para la rama de educación, dado que no tiene ciertos conceptos básicos nada claros, o es usted un sinvergüenza y nos está intentando engañar. Entre burro y cabrón, no sé si elegir uno o creer en quimeras.
Pasando por alto la intención de engañar, si me dijesen a qué van a destinar lo que se ahorran cobrándome los libros, podría hasta aprobar la medida. No me vale que me hurten un derecho alegando que es para que "a Administración poida centrar os seus recursos nos fogares máis desfavorecidos, algo fundamental na actual situación de crise económica" (carta a los padres, en pdf), sin más explicación, pues antes ya centraban sus recursos en esa gente menesterosa y además aún quedaba algo para los cresos, como yo. Si ahora, como parece, se van a ahorrar mi parte, ¿adónde va a ir?
Pero ¡un momento!, ¿dónde pone que se vayan a ahorrar algo? No veo por ningún lado cuánto calculan que se van a ahorrar con este sistema. Dicen que van a centrar las ayudas en las familias de menos recursos. Dicen que entregarán un talón con un importe que ellos juzgan suficiente para pagar los libros a un 25% del total de familias. Además, darán un talón con un importe inferior al 40%, no se sabe si del total de familias (con lo que serían un 15% al restar el 25% que recibe el otro importe) o si ese 40% hace ya un 65 al sumarlo al 25 anterior. Suponiendo que no nos estén intentando engañar con un lenguaje confuso (¡nada más lejos de su intención!) parece que sólo un 35% de las familias van a pagar los libros íntegramente, un 40% pagarán una parte y un 25% no pagarán nada. Y todos ellos se llevarán los libros a sus casas para que los niñitos puedan quemarlos en las hogueras de San Juan.
Con el sistema antiguo los libros eran prestados a cada niño y se reponían una vez cada cuatro años. Por lo tanto, se gastaba el 25% de su importe total (un año se compraban, tres no). Con el sistema nuevo se compran todos los años, pero la Xunta se gasta 180€ (lo que supone el conselleiro que cuestan los libros) en el 25% de los niños -esto ya es el gasto total del sistema anterior- y a mayores dan a un 40% de los niños un importe de 104€ (más de la mitad del importe total), que según mis cálculos equivaldría a pagar el importe íntegro a un 23% más.
En resumen, según mis cálculos y tomando los datos que ofrece la propia Xunta, el nuevo sistema va a costar casi el doble que el antiguo.
Y no sólo se aumenta el gasto al doble y se disminuye el servicio a la mitad, sino que encima tendremos que pagar esta campaña de la que somos víctimas: una carta con un tríptico a todo color a cada familia con hijos en el sistema educativo y la publicación de enormes anuncios en los periódicos locales. Todo para vendernos la moto.
Las ventajas que declaran estos majaderos mentirosos son:
"Os nenos poden empregar o libro como unha verdadeira ferramenta de traballo para subliñar, anotar e telo na casa para sempre." Esto es cierto. Todos guardamos los libros de texto durante años para consultar dudas; sin ir más lejos, el otro día no recordaba bien quién amasaba la masa, fui al libro con el que aprendí a leer (Pepín y sus amigos) y leí: "Tomasa amasa la masa". Con el sistema de préstamo, los conocimientos se van, pasan a otras manos y no rellenan nuestras estanterías, lo que nos obliga a comprar la Enciclopedia del Mundo Submarino de Jacques Cousteau, cuyo color va muy bien con las cortinas.
"Todos os estudios científicos aseguran que a propiedade do libro aumenta o rendemento académico". Ese "todos" indica que es una mentira. Hasta en los casos más incontrovertibles, como en la existencia de Dios, en el calentamiento global o en lo perjudicial de la energía nuclear se encuentra alguno a un científico lo suficientemente corrupto como para escribir al dictado del poder o lo suficientemente equivocado para errar. En ciencia no existe la unanimidad, y eso -además de la ausencia de referencias a esos estudios- demuestra que esa afirmación es inventada.
"E o modelo de axudas á compra de libros de texto máis estendido en España (Asturias, Cantabria, Cataluña, Madrid, Murcia e Valencia) e en Europa". Eso no quiere decir que sea el mejor para las familias. Puede ser mejor, eso sí, para la industria editorial, que donde iba a recibir 25 ahora recibirá 100.
Yo aumentaría una ventaja más, que ya escuché a algún mastuerzo con niños en edad escolar, y es que con los libros en préstamo los niños se estresan porque no pueden deteriorarlos. Con el nuevo sistema de Feijoo (nuestro excelso Presidente, que es tan mentiroso y sinvergüenza como el Conselleiro que ha nombrado) los niños podrán pintar y destrozar el libro a su gusto y conveniencia, y así vencer el stress. La lástima es que aquellos niños especialmente nerviosos a los que no baste con destrozar los libros, no puedan abofetear al señor Conselleiro hasta quedar tranquilos. Eso sí que sería una gran medida educativa.

2 comentarios:

maica dijo...

Suscribo todo lo dicho por lo acertado y educadamente expresado. Yo personalmente sería mucho más... salvaje al decirlo.
Miguel

Anónimo dijo...

Francamente, no había hecho los cálculos (soy de letras) pero incluso sin ellos, me parecía obvio que supondría el cuádruple de caro... y de costoso ;e salen, corregidme si me equivoco, cuatro veces la cantidad de papel y energía para imprimir y fabricar, pero ¿cuatro veces más cultivados y críticos nuestros hijos?