jueves, 30 de julio de 2009

música pa bajarse


me entero a través del blog otro mundo es posible de que la colifata y manu chao comparten su disco viva la colifata gratuitamente a través de la web de radio colifata
lo que ya sería la hostia es que donaseis algo de pasta por paypal

jueves, 23 de julio de 2009

Brigada Teletransportadora


El día 21 de julio, en La Ventana de la Cadena Ser dieron una información sobre un incendio en Collado Mediano (Madrid) en el que resultó herido un militar. Según la reportera, el accidentado pertenecía a la Brigada Teletransportadora. Por un momento, temí que se tratara del teniente Sulu.
El audio, completo, aquí, y el corte es este:

miércoles, 22 de julio de 2009

tortura vodafone

De mayor, quiero ser como el que escribe Mi mesa cojea.

La tortura Vodafone

Esta modalidad de tortura, creada a principios del siglo XXI, busca romper el equilibrio mental del torturado sometiéndole a complejas técnicas de maltrato psicológico.
(seguid leyendo, que merece la pena)

martes, 21 de julio de 2009

morir como un perro

Aquí me tenéis, durmiendo en el cajero. Fuera hace un frío de muerte. Hoy sólo saqué lo suficiente para dos cartones de vino y un paquete de tabaco. Aquí me tenéis. Yo, que tuve casa, trabajo, mujer y tres hermosos hijos. Yo, al que todos respetaban. Yo, que tuve padres cariñosos. Yo, que era un miembro respetado de la sociedad. Aquí me tenéis, cubierto de cartones y papel de periódico, acostado en un angosto cajero.
Por suerte, ya no temo que me vea alguien conocido. Hace unos días me crucé con mi mujer y mis niños y ni siquiera me miraron. He descubierto que soy invisible. Una vieja ilusión desde pequeño, que era ser un espíritu impalpable para poder ir donde quisiera sin que me viesen, finalmente se ha cumplido. Pero con una diferencia: en mi fantasía no dolía tanto.
Miro a los pocos que pasan por la calle, y pienso en lo distintos que se creen de mí. Del otro lado del cristal blindado, se creen a salvo de la miseria. Creen que yo nací así, en un poblado de chabolas, quizá. No se plantean que puedo haber sido como ellos. Que de hecho lo era. Y sólo hace dieciséis meses de eso.
Otra vez viene un grupo de jóvenes a mirar desde fuera. Creo que son los mismos de antes. Me siento avergonzado. Y tengo miedo. Me miran burlones, superiores. Dos o tres de ellos son niños, sin pelo en la cara. Y sin embargo sé que estoy a su merced. Pienso en pulsar el botón de ayuda del cajero, pero en este momento me doy por vencido. ¿Para qué? ¿Acaso merece ser vivida esta vida de mierda? Sólo espero que se apresuren y no me hagan sufrir.
Cuando abren la puerta no parecen tan seguros. Son las caras de alerta y miedo del que se enfrenta con una araña o una serpiente, con un leve matiz de asco. Aparece uno de los niños desde atrás con una botella y me salpica con ella. El cajero apesta a gasolina. Me marea.
Siempre me gustó el olor a gasolina -pienso, mientras el frío desaparece para siempre.

publicado desde móvil (sin enlaces; el aclamado dispositivo blackberry no los permite)

lunes, 13 de julio de 2009

los infractores serán perseguidos

Un cartel en un helipuerto privado:
'Due to risk of severe decapitation and or death, it is illegal to stand under the spinning blades of arriving and departing helicopters. Violators will be prosecuted.'
'Debido al riesgo de grave decapitación y/o muerte, es ilegal permanecer en pie bajo las aspas de los helicópteros en su aterrizaje o despegue. Los infractores serán perseguidos.'
Se da por hecho que un hombre decapitado puede sobrevivir (¿decapitación O muerte?), y que además puede intentar huir, como una gallina sin cabeza, salpicándolo todo.

jueves, 9 de julio de 2009

películas en 3D: ojo con las carteras


Ayer fui con mis hijos a ver Ais Eich 3 (cuidado con este enlace a la wikipedia, que lo cuenta todo) que en español quiere decir El Origen de los Dinosaurios (ais=dinosaurios, eich=origen). Es una peli en 3D, con un sistema ligeramente mejor que el de los años 50 (Los crímenes del museo de cera, y algunas más) pero esencialmente igual: unas gafas te permiten separar lo visto por un ojo de lo del otro (sin gafas la peli se ve borrosa) y el efecto general es impactante, aunque según para quién puede dar dolor de cabeza y ser más o menos incómodo.
Quizá sea improcedente en una peli absolutamente fantástica, pero no comprendo muy bien por qué se llama dawn of the dinosaurs (amanecer de los dinosaurios), si los mamuts y los tigres dientes de sable existieron muchísimo después de los dinosaurios. A lo sumo podría llamarse El Ocaso de los Dinosaurios, o cualquier otra cosa que no sugiera un orden cronológico exactamente inverso al real y que ni siquiera guarda relación con el argumento de la película.
Este sistema, aunque es muy antiguo no llegó a cuajar nunca. Se intentó varias veces revitalizarlo pero siempre se vuelve a las pelis tradicionales. Puede que sea por la incomodidad de las gafas, o por el esfuerzo visual que exige, no sé. Sin embargo, ahora es posible que el sistema se consolide, porque resulta que las productoras han visto en las películas tridimensionales una manera de evitar la piratería. En efecto, las pelis en 3D no se piratean, porque hacen falta las gafas especiales para verlas, y no sé si por algún otro motivo adicional (dificultades de reproducción en televisiones, calidad horrorosa de las copias filmadas en salas de cine…). Para las productoras es un buen negocio, y para la gente también, porque contienen un aliciente adicional que nos anima a ir al cine.
Y hasta aquí la parte buena.
La parte mala es que los mercachifles del cine, con su pata de palo y el parche en el ojo, cobran por estas películas 8'80€ por entrada. Con descuento, ¿eh? No sé cuánto nos habrían cobrado de no tener la tarjeta de estudiante, la de carrefour, bono bus y certificado de penales. La peli plana nos habría costado 5'40€ con los mismos descuentos. Estoy deseando que salga esta peli en dvd, para bajármela por bit torrent. Aunque sólo sea para resarcirme de los casi 30€ que me costó la broma.

martes, 7 de julio de 2009

pienso para burras pardas: ¡ese burka de moda!


Hace unos días, el Presidente Sarkozy dijo que el burka no era bienvenido en Francia. Esto reanimó el debate de si se debe o no prohibir esta prenda en occidente.
Después de unos días pensando en esto, he decidido salir a la palestra y, palestrino yo, tirar la primera piedra en intifada personal sin esconder la mano ni, quizá, alguna otra cosa. Lo malo es que, como me pasa siempre, cuantas más vueltas le doy a algo menos clara tengo mi opinión al respecto.
Algunos de los que piden la prohibición se apoyan en la creencia de que el burka es una obligación que ejercen los hombres sobre las mujeres sojuzgadas. Si esto fuera cierto en todos los casos la discusión se terminaría aquí, porque se trataría de una imposición injustificada, pero lo malo es que muchas mujeres prefieren usar este velo por propia convicción, así que despojarlas de esta prenda sería un atentado a su libertad tan grande e intolerable como cuando una turista occidental es obligada a velarse al viajar por un país de confesión islámica.
Sin embargo, podríamos considerar que, aún siendo una elección libre de algunas musulmanas, el burka atenta en todo caso contra la dignidad humana. En este caso, al prohibirlo estaríamos primando un valor opinable y contingente para este caso (dignidad femenina) sobre uno mucho más claro, que es la libertad individual. Entraríamos aquí en el espinoso tema de si debemos salvar a quien no quiere ser salvado, pregunta de difícil respuesta pero que hoy no me ocupa.
Hay que tener en cuenta que en este asunto de lo que se está hablando es de usos sociales, aunque estén mediados por la religión. Según las latitudes se entiende como admisible mostrar unas partes del cuerpo y otras no. Imaginaos qué pensarán las mujeres de alguna tribu amazónica, de esas que van en todo momento con las tetas al aire, del uso del sujetador. ¿Por qué es indigno el burka y no el pantalón? Lo pondré más crudo: ¿acaso no detendría la policía a un hombre que fuese en taparrabos o calzoncillos por la calle? Claro que sí, porque resulta que atenta contra los usos y costumbres particulares de aquí. Así pues, si prohibimos el burka apelando a un valor universal (dignidad de la mujer), cuando reprimimos a un exhibicionista nos amparamos en valores locales; son razones excluyentes, así que si no queremos que nos llamen incoherentes por la calle no nos queda más remedio que rechazar el valor universal "dignidad de la mujer" para justificar la prohibición de este velo monstruoso.
Nos queda un sector de gente, a mi juicio más inteligente, que apela para prohibir este tipo de prenda a unos valores morales específicos de cada sociedad. En Occidente la manera de vestir predominante autoriza a las mujeres a mostrar todas las partes de su cuerpo excepto los genitales y las mamas (con excepciones para éstas). Por lo tanto, si escogemos esta vía tendremos que prohibir el burka en el colegio público del barrio, pero entender que si viajamos a Teherán con nuestra mujer lo primero que tendremos que comprar en el aeropuerto es uno de estos horrorosos sacos, no vaya a venir un enjambre de basiyises a descalabrarnos por inmorales.
Hace unos días, en la mañana siguiente a San Juan (que donde vivo se celebra a lo grande), vi desde el coche, al ir a trabajar, a un tipo joven, oscuro de piel y roña, con el nabo saliendo de la pretina, perfectamente a la vista. Nadie parecía darse cuenta del vergajo, y no me extraña, a esas horas y después de la noche de san juan. 
Pensé en llamar a la policía local para que detuviesen al sátiro, o al menos para que le obligasen a envainar. Pensé incluso, para dar más peso a la acusación, en decir que aquello rondaba los 25 cm., argumento que potenciaría el inherente celo profesional de los policías con un componente de envidia (o curiosidad, si la policía es chica). La cuestión es que no tenía conectado el manos libres, así que lo dejé correr. Pero recapacitando sobre este suceso he llegado a pensar: ¿qué derecho tenemos a reprimir a alguien que esté en sus cabales pero que decida ir por la calle desnudo? ¿no será acaso algo similar a lo que hacen los policías iraníes con las mujeres descubiertas? Y entonces entramos en la tercera posibilidad: libertad total y absoluta en el vestir; aplicación sistemática del valor universal del libre albedrío. Quiero decir que si quieres burka ponte burka, si quieres ir en bolas ve en bolas, y si quieres disfrazarte de Ronald McDonald… bueno, eso no. Hasta ahí podíamos llegar.

jueves, 2 de julio de 2009

in the ghetto

Los millonarios somos atacados con frecuencia, injustamente, por recluirnos en ghettos, protegidos por seguridad privada. Y esto nos indigna. Nos indigna porque no es una elección libre, el segregarnos. No. Qué más quisiéramos nosotros que poder vivir en cualquier lugar, mostrando nuestros automóviles de 100.000€ a los desarrapados de nuestros vecinos. Codeándonos en la panadería con esos indigentes, ellos con sus camisetas desbocadas de publicidad de Fanta, nosotros con nuestras Pierre Cardin (cuidadosamente desgarradas), de estética parecida pero NO IGUAL.
Pero es que no es posible. Esos arrastrados se empeñan en no reconocer su inferioridad, su incapacidad para generar riqueza, su pertenencia al sector que se-esfuerza-pero-no-llega. Y actúan sin respeto alguno a los que lideramos la sociedad. Nos desprecian, nos insultan y, en ocasiones, incluso nos roban.
Es por eso que vivimos en jaulas de oro. Tenemos que gastar en empresas de seguridad para que -a pesar de nuestros ideales progresistas- nuestros Grandes Simios específicamente entrenados baqueteen a los miserables que intentan invadir nuestra propiedad. No es por motivos ideológicos, sino por el más elemental instinto de supervivencia.
Y lo más terrible es cuando, después de lo que explico, escuchamos a uno de esos demagogos populistas decir que los pobres viven en barrios sin servicios adecuados, en hacinamiento, porque no pueden hacer otra cosa; se atreven a decir que se ven, obligados por las circunstancias, a vivir en el poblado de chabolas. Y nosotros, los millonarios nos retorcemos incómodos porque lo que más desearíamos es vivir en una comunidad tan íntima entre personas, formando una red social en la que nadie se ve desatendido. No saben estas personas lo mucho que envidiamos a los que viven en comunidades de indigentes, sin pertenencias, sin riqueza, sin preocupaciones, ayudándose unos a otros.
Ellos son los que viven en libertad. Pueden ir adonde desean, hablar con quien quieren, comer o no, dormir o no, sin temor a ser atacados, robados, expoliados, violados o asesinados. Sin ese terrible peso que es para nosotros proteger nuestra riqueza.
Dichosos ellos, los menesterosos, que son libres. Compadecednos, sin embargo, a los ricos, que sufrimos la prisión a la que la fortuna nos somete.

publicado desde móvil (sin enlaces; el aclamado dispositivo blackberry no los permite)

miércoles, 1 de julio de 2009

venganza telefónica

Esto es un corte de una emisora colombiana (no dijeron cuál) que se emitió en otra emisora española, Onda Cero, y que reproduce una broma a una comercial de una compañía telefónica. Si habéis llamado alguna vez a vuestra compañía de teléfonos para pedir algo, quejaros o consultar alguna cosa, sabréis de qué se habla aquí.
Me da pena que la emisora española no haya dicho dónde robó el audio, porque así a lo mejor habría encontrado el original y no tendríais que escuchar las risas en "off".



(Gracias, Emma)