jueves, 11 de junio de 2009

El moderno proletariado


Si contemplamos el marxismo "real" como una anomalía prolongada en el tiempo, felizmente superada por la historia, podemos observar que los bárbaros -esta vez desde el sur- van entrando poco a poco en nuestra opulenta sociedad para hacer los trabajos que nadie quiere, despojados de todo derecho y sin la condición de ciudadanos. Dado que esto ya ocurrió en Grecia y Roma antes que aquí, podemos augurarle un muy mal futuro al rico occidente.
Por ahora los residentes sin derechos, inmigrantes ilegales o legales, no son tantos como para lanzar un asalto al poder, ni sus hermanos del exterior tienen conciencia de la superioridad del que no tiene nada que perder. Esto facilita que ocurran cosas como la que cuenta Nacho Escolar: un panadero tiene un inmigrante sin papeles trabajando toda la noche por un sueldo de hambre (14 horas, 23€), entonces una máquina deja al esclavo sin un brazo. El dueño de la industria tira el miembro a la basura y abandona al accidentado a una manzana del hospital, pidiéndole que diga que el suceso ocurrió en la calle. El pobre hombre perdió su brazo, y quizá podrían habérselo implantado si lo hubiera llevado consigo, pero tardaron tanto en recuperarlo que ya estaba en muy mal estado.
En el Diario de Levante cuentan que el empresario declaró que su esclavo estaba borracho, cosa que desmiente el análisis efectuado en el hospital.
Y nosotros, los que tenemos plenos derechos como ciudadanos, desde el punto de vista de los epsilon estamos en el bando del empresario. No lo olvidemos. Vivimos como vivimos porque hay gente como este boliviano trabajando por 2€ (o menos) cada hora.

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