El mundo está sobrecogido por los actos criminales del ejército israelí sobre miles de inocentes que no gozan ni del derecho a vivir.
Yo sólo pediría a los pueblos del mundo que piensen qué harían ellos, cada uno como individuo, si les despojasen de sus tierras y de sus casas, si les empujasen a vivir en el extranjero en tiendas de campaña y sin apenas servicios. ¿Qué sentiríais, recluídos en lugares insalubres en los que no hay trabajo, viviendo de la caridad internacional (frecuentemente administrada por el invasor, que la utiliza para presionar y evitar cualquier tipo de rebelión)?
Los palestinos tienen una paciencia infinita. No deberíamos tener miedo al terrorismo islamista, sino a las masacres que estamos permitiendo al apoyar a los partidos que votamos, que no tienen los cojones necesarios para decir la verdad allí donde se les pueda escuchar. Esa es la manera de vencer, y no reprimiendo más. Hamás tiene el derecho a defender a Palestina, y nosotros -el mundo entero, pero especialmente los occidentales- el deber de apoyarlos.
publicado desde móvil (sin enlaces; el aclamado dispositivo blackberry no los permite)
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