viernes, 14 de noviembre de 2008

twitt wars


Está ocurriendo una cosa que verdaderamente no tiene demasiada importancia, pero que a mí me tiene en ascuas. Tendré que poneros en antecedentes, porque para gente normal esto no tiene ningún sentido.
En primer lugar, os diré que existe una modalidad de blog que permite entradas de texto de 140 caracteres (menos que un sms), que se llama twitter -hay más, pero es el primero y más conocido- y que sirve básicamente para que la gente diga qué está haciendo en cada momento. Qué utilidad tiene esto para el gran mundo es para mí un misterio, pero la cosa es que existe, y que no sólo sirve para que tu novia sepa si estás recogiendo lo del desayuno o si estás jugando a la play (en realidad ni una cosa ni otra: te la estás rascando a dos manos en el ordenador). Hay muchas personas que leen ansiosamente el twitter de algún gurú de la comunicación digital (y porque no lo hay de la Pantoja, que eso sí que aniquilaría la brecha digital -¡huy!, qué idea para el ministerio de fomento… de fomento de la idiotez), y esto me acerca al tema en cuestión. Existe un concurso anual en el que se premia al mejor blog, podcast, tal, cual, y al mejor microblog (twitter, para entendernos).
Pues resulta que entre los finalistas al concurso al mejor microblog, los que superan el último corte antes de ser sometidos a un jurado son tres, y entre estos hay uno (edance) que se limita a parodiar a uno de los gurús a los que me refería arriba. Lo único que hace este hombre es tomarse de broma la supuesta pedantería del santón internetero y empresarial, que se llama Enrique Dans (edans). La broma comienza por el nombre, cuya pronunciación en inglés podría asemejarse, pero que en español son totalmente distintos. Sin embargo, los administradores de Twitter tomaron la decisión -unilateral- hace un par de días (menos de una semana antes de que se falle el premio) de cambiar el nombre de edance por not_edance, lo que no se sabe en qué medida puede afectar al resultado del concurso, pero que no ha sentado nada bien a ninguno de los seguidores del parodiante; se amparan, los de twitter, en que viola sus normas de suplantación de personalidad. También eliminaron el icono, que era la misma foto que tiene el original pero con una nariz de payaso. Está claro que hay algo raro, porque este edance lleva desde hace más de un año publicando bajo ese nick, y resulta extraño que justo antes de fallarse un concurso en el que es finalista en tercer lugar se tome esta decisión. El auténtico edans se quedó por debajo, en el puesto séptimo, y nadie duda de que fue él el que se quejó a twitter. Y no sólo eso, sino que en menéame (un lugar en el que se publican noticias que la gente vota, para definir así cuáles son más importantes y permitir de un vistazo enterarse de lo que más preocupa) la noticia de la medida de los administradores de Twitter obtuvo un voto negativo (irrelevante) DEL PROPIO PARODIADO, cosa que indica que no le está haciendo nada de gracia. Y por si fuera poco, hay seguidores de edance y de edans al mismo tiempo que se han quejado de que éste último los había borrado de su lista de seguidores (no me preguntéis en qué consiste el ser o no ser seguidor, yo puedo entrar en el twitter de esta gente y no soy seguidor de nadie, empezando porque no tengo cuenta en twitter).
Detrás de esto hay una extraña guerra entre un lado brillante y claro de la red, que está con las empresas tecnológicas, con los bancos y que sólo critica a la SGAE, y que se enfrenta a un lado iconoclasta, izquierdista, cyberpunk. Es una guerrita, que tendrá su fin el día 15 a las 19,00, cuando se fallen los premios del evento blog 2008. Me recuerda a la batalla antiglobalización de Seattle, y yo entonces estaba contra el G-7. ¿Con quién estoy ahora? No puedo decir nada al respecto, porque conozco personas en el lado claro y en el lado oscuro.
En cualquier caso, que la fuerza os acompañe.

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