antitranspirantes, cáncer de mama y el lado oscuro de la fuerza

Le acaban de mandar a mi mujer un mensaje en el que advierten de la relación entre el cáncer de mama y el uso de antitranspirantes. Por supuesto, una cosa tan preocupante tendría que estar ya investigada y -de ser cierta- habernos llegado antes por otros medios más masivos y más serios que una cadena de correos electrónicos. Como me pareció la típica cosa rara le hice una pregunta a la bola de cristal (google), que arrojó resultados terminantes. Es un rumor infundado típico de la red (y de antes de la red, ¿eh?, que ya he leído yo fotocopias y cartas enviadas de este tipo en correo tradicional) que encuentra adecuada respuesta en varios sitios, de los que he seleccionado este. Se da la circunstancia de que el texto del mensaje es exactamente el mismo que el recibido por mi mujer, aunque el formato de éste es de powerpoint. No entiendo como alguien con intención de ser creído envía su superchería en powerpoint; los powerpoint son increíbles de por sí.
Pero esta búsqueda me ha dado un hallazgo digno de mención. Por supuesto, secundan el rumor de los antitranspirantes. Se trata de una página que anuncia una cosa llamada Medicina Sistémica. Esta medicina sistémica tiene una de esas narraciones extrañas en las cuales nuestro cuerpo se compone de tres elementos en equilibrio y tal y cual. En oposición a la medicina de verdad, esta nos cuenta una milonga que no se sabe dónde radica ni cuáles son sus partes, ni si se pueden ver al microscopio. Se habla de la inteligencia de la célula y varias inteligencias más. Es un texto demasiado poco creíble para concederle mucha atención, así que lo he leído en pirámide. En la página hay, por supuesto, un apartado de venta de productos cuyos nombres son tronchantes: artritina, brainplus, chronic fatigue, erecdys, fertilfem, gastroplus, hemorrless, inmunologix, irrit-bowels, máximus, menop-off... Todos son previsibles, con esos nombres. Hay algunos más peligrosos que otros, pero el que más -a mi juicio- es el inmunologix, que promete eficacia contra el cáncer y el sida. Espero que estos estafadores se limiten a timar, y que no convenzan a nadie de abandonar su medicación real.
La medicina sistémica esta tiene ese punto caribeño en el que nada parece estar hecho en serio, pero es que además tienen una bebida que es un termorregulador adaptógeno (mola, la palabra adaptógeno; mi forro polar sí que es un termoregulador adaptógeno), y regula el calor del cuerpo. No se dice en qué se basa, ni cuál es su composición exacta. Es una estafa en toda regla. Hay un enlace a unas entrevistas con el ingeniero José Olalde, y unos anuncios también muy jugosos.
Tienen también testimonios de pacientes agradecidos, y seguramente habrá alguna cosa más muy graciosa, pero me canso ya de mirar y se me hace tarde. A dormir, terneritos.