acto oficial de la universidad con espectáculo de topless

Hoy se publica en La Voz de Galicia una noticia con el titular Un espectáculo con toples para clausurar un curso de acogida de universitarios. Si uno detiene la ola de indignación (la Universidade de A Coruña es pública, aunque parece que no se pagó nada por la actuación), y se para a leer el desarrollo de la noticia, resulta que el titular -y el título que le puse a la anotación también- es algo excesivo. Voy a pasar de puntillas sobre la ignorancia -quizá deliberada- de la correcta manera de escribir las voces inglesas topless (toples) y streappers (estríperes) por parte del periodista. Las dos personas que organizaron la performance hablan de ella como un espectáculo artístico con un mensaje a favor de la libertad. Parece razonable. Y el hecho de que en parte de este espectáculo estas dos jóvenes estuvieran casi desnudas, parece que no es motivo suficiente como para quemarlas en una hoguera (en realidad, de quemar a alguien habría que hacerlo con el responsable del acto, que las contrató), pues en el ámbito del arte este tipo de cosas está admitido. La cuestión parece, pues, deslindar el límite entre la manifestación artística y el espectáculo pornográfico orientado al enardecimiento del público masculino (o femenino, si son lesbianas).

Para ello, lo que hay que hacer es ver el acto en sí. Voy a buscarlo en YouTube a ver si lo cuelgo aquí.

Bien. Ahí lo tenéis. Ahora que cada uno diga lo que piensa.