David Foster Wallace

Me reenvía mi mujer un mail de otra persona cuyos derechos de mención no poseo -al menos expresamente-, así que no especificaré y así no podrá demostrar nada cuando me demande. Nos cuenta esta persona que mi adorado-idolatrado David Foster Wallace se quitó finalmente la vida el 12 de septiembre en California. Es increíble que no me hubiera enterado hasta hoy, pero agradezco la comunicación de la noticia (no el hecho narrado por la noticia en sí). Uno de los pocos exploradores de las maneras desconocidas de narrar, autor de la mejor novela escrita desde el año 1923 (¿por qué 23 y no 14 o 73? No sé. Lo leí en algún sitio), se ahorcó en su casa. Tenía 46 años. Descanse en paz; él sabe ya la respuesta, si es que la hay.
(Este pavo siempre me menciona gente de la que no tenía noticia haciéndome pensar que es una vergüenza no conocerlos; y encima dando por hecho que los he leído y me gustan. De este Foster Wallace ni flores, oye. Ahora tengo delante un libro suyo, de la biblioteca. Le echaré un vistazo para comportarme en público como si lo conociese desde hace 20 años. Joder, qué poco dice de él la wikipedia. Si es que encima no era nada conocido. Sólo lo conocen los megaculturetas entre los que se supone que milito. Buaf, trescientas y pico páginas. Lo leeré en pirámide).
Dice también quien origina esta anotación que por qué se colgaría DFW y no Juan Manuel de Prada. Amén.
(Y a mí que me encantó Las Máscaras del Héroe... La del Planeta era una mierda, y esa otra de unos que buscan a una señora que trabajaba en la radio -sin más; una investigación sobre una persona normal y corriente sin interés alguno- era un coñazo. Y aquello de coños, tan supuestamente transgresor... Bueno, a su favor tenía la imaginación invertida/derrochada, porque no creo que JM de P haya visto ni la décima parte de esos chochos que describe. Pero Las Máscaras compensa las otras, y el tío tiene un léxico riquísimo. Como si se hubiera comprado un diccionario de sinónimos).

Esto está escrito en una corredoira de Abegondo, escuchando la Misa en Do mayor opus 86 de Beethoven. No se puede ser más pedante.
O sí.
publicado desde móvil (perdonen las disculpas)