Hace un par de semanas conocí un servicio de alojamiento de blogs de enorme éxito en EEUU -y Rusia, aunque menos- que se llama LiveJournal. En relidad, lo que se publica en LJ es más bien un diario del tipo que suelen hacer niños y adolescentes. Si lo comparamos con blogger, no suele tener tantos enlaces. Además, los temas son más personales, hay muchos que son sólo para amigos (e incluso totalmente privados que sólo puede leer el titular). Introduce un importante componente de red social, porque hay cientos de miles de comunidades de gente aficionada o interesada en los temas más diversos. Hay grupos de licántropos y vampiros, aficionados a coleccionar muñecas, adoradores de jarripotter e incluso hay una comunidad en la que puedes publicar un reportaje fotográfico sobre un día de tu vida. Se llama A Day In My Life, y es lo más enfermizamente morboso del mundo.
Es como mirar por la cerradura a ver qué hacen al otro lado del mundo. Todo es sorprendente: las habitaciones donde duerme la gente, qué hace para desplazarse, cómo son sus casas, sus calles, sus escuelas o trabajos. Incluso lo que comen, y cómo lo hacen (con su familia, en un local, en la calle o en el coche...). Es para mí hipnótico entrar en esas cortas narraciones, con una frase por cada foto (entre 50 y 70 fotos, por lo general), e ir saltando de una vida a otra. A veces la gente cuenta un día especial, pero lo que más me interesa es cuando la gente describe un día rutinario, porque entonces sí que puedo ver cómo es realmente la vida de esa persona, y cómo vive la gente ahí. No digo que una boda, un bar mitzva o una graduación no sean interesantes, pero yo prefiero saber qué diferencia un día normal mío -o de cualquier español- del día de un californiano o londinense, o de Perth.
La mayoría de los usuarios de LJ son mujeres, y menores de 30. En California parece haber una penetración especial de este servicio, que por lo que parece se originó allí.
Tras ver muchos de los blogs de estas postadolescentes californianas (ya sé que generalizo, pero en verdad son mayoría) observo en primer lugar que los grupos musicales que escuchan son en su inmensa mayoría desconocidos para mí (y supongo que para la mayoría de adolescentes españoles). Además,veo que su grupo de amigos puede alcanzar con facilidad los 100, cosa imposible a no ser que llamen amigo a cualquier desconocido con el que cruzaron tres Omg!, dos LOL y un Geez! en el messenger. Por otro lado, veo que la manera de redactar es infinitamente mejor que la de los adolescentes nacionales. NaDye skRiB~aSi, que es una cosa que odio africanamente de los blogs españoles de adolescentes. Quizá esta diferencia al escribir sea porque no son verdaderas adolescentes, pero tampoco las pocas que vi de 16 escribían así. Además, hay mucha afición a enviar cartas físicas, aunque ahora no es por necesidad como antes, sino que lo hacen como hobby, y le dan mucho valor al penpaling (suponiendo que se diga así).
Hace cinco o seis días comenzó un servicio de rss para las notas de voz que publica la gente en sus livejournals. Sí, por la descripción estoy hablando de podcast: esos mp3 a los que te suscribes con iTunes y que luego ya van bajando solos a medida que va habiendo nuevos. Estas anotaciones de voz en la página de LJ funcionan como las escritas, y son normalmente notas de un o una pava en su habitación, grabando con un micro de mierda en un PC tres bobadas que se le ocurren en el momento, con un acento indiscernible y un volumen distorsionado. Además, suelen aparecer voces por el fondo de una madre llamando a merendar o un marido diciendo algo incomprensible. Estoy suscrito pero no creo que siga mucho tiempo.
Total, que yo, que siempre manifiesto mi odio por la telebasura y los realities, he caído en el voyeurismo más descarnado. Soy una víctima de la red basura, o trashnet (palabro inventado).
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