Enrique Dans transcribe una investigación efectuada por su padre en la cual llega a la hipótesis de que su apellido procede del "dansk" (daneses) con el que se autodenominaban los antiguos vikingos asentados en Bergondo (A Coruña). Esto explicaría la abundancia del apellido en esta provincia, como muestra un buscador del Instituto Nacional de Estadística.
La explicación de Enrique (de su padre, más bien) es buena y bonita, sin duda. Sin embargo, yo tengo otra, que además de buena y bonita también es barata, porque me la acabo de inventar. Como seguramente sabréis, España fue invadida por las tropas napoleónicas en 1807 (en realidad entraron para tomar Portugal, pero les gustó el país y decidieron quedárselo también). Seguramente sabréis también que hubo una llamada Guerra de la Independencia, en la que expulsamos de aquí a los franceses con la ayuda de Inglaterra, cuya fuerza expedicionaria -comandada por Sir John Moore- fue perseguida hasta A Coruña. Aquí pretendía el inglés embarcar y escaparse corriendo, pero fue alcanzado por las tropas francesas y obligado a combatir para defender la evacuación. Así pues, la Batalla de Elviña, que tanto celebramos en esta ciudad, es una sonora derrota del ejército británico, que huyó como una rata dejándonos en manos de los franceses pero que considera una heroicidad haber conseguido escapar. Si consideran tan memorable una derrota, no quiero imaginar cómo lo celebraríamos de haber ganado.
La cuestión es que el ejército británico, en su huída por las tierras de España, fue cayendo en la degradación moral, en el alcoholismo y la desesperación. Esto hizo que muchos de sus hombres fueran quedándose como desertores y estableciéndose en el territorio. Especialmente numeroso fue el contingente perdido por el ejército británico en la zona de A Coruña. Este grupo de gentes, cuyo único idioma era el inglés, se estableció en nuestra ciudad. Imaginaos un grupo de hombres jóvenes y fogosos, lejos de su tierra, intentando pillar cacho por las calles de esta ciudad. Era como una invasión de estudiantes ebrios, con beca Erasmus, todos hombres, recorriendo las calles. Aparecían en las fiestas populares e invitaban a bailar a las lugareñas, con la única frase que conocían para eso, que era "¿Do you wanna dance?". Aquí las gentes lo que escuchaban, sin entender, era dulluguonadans, y por supuesto no accedían nunca, por lo que los desesperados ingleses repetían constantemente dullugounadans, guonadans, y finalmente dans a secas. De esto deviene que a estos inmigrantes ingleses se les acabase denominando aquí por esa palabra: dance, y como ni flores de inglés, los registradores la escribieron siempre "dans".
Por eso, aventuro que el amigo Enrique Dans es un descendiente de aquellos británicos que, heroicos, recorrieron la península de derrota en derrota hasta la victoria final.
Abur, Ben-Hur.
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