Sí. Por fin los cienciólogos españoles pueden enorgullecerse de pertenecer a una religión, y no a una "organización con base religiosa". Es maravilloso que estas pobres gentes intelectualmente humildes puedan finalmente ser robados alegremente por esta organización, que ya no tendrá que entregar una parte a la Hacienda Pública.
No sé de qué manera convencieron a las autoridades, pero si ya es increíble que no estén en la cárcel quienes promueven esta empresa basada en el engaño y la coacción psicológica, que se les autorice a evadir impuestos ya es como para mear y no echar gota.
Si alguien está en dudas de si esto es como yo digo, puede mirarse la definición de la wikipedia, cualquier libro sobre sectas peligrosas (por ejemplo El Poder de las Sectas, de Pepe Rodríguez) o cualquier testimonio de los que rulan por la red (por ejemplo este). Ya sé que no es científico (ni cienciológico) argumentar en base a cuatro textos encontrados en la red, pero es que de Narconón he conocido damnificados que me lo han contado, y tengo sobrados motivos para creérmelo. Y hasta aquí puedo leer.
Por fortuna, este blog no lo lee nadie, porque esta gente tiene un ejército de abogados dedicados a la defensa de su irregular modo de enriquecerse. No hay mal que por bien no venga.
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