Blog personal sobre aquello que me interesa (a mí, que no soy nadie) en cada momento, siempre que tenga ganas de escribir.
viernes, 23 de noviembre de 2007
desde mi blackberry
Estoy intentando poner en marcha mi nueva (?) Blackberry, y estoy descubriendo que no hace nada que no hiciese ya mi añorado sony ericsson, y de manera más fácil.
Por lo de pronto, esta anotación la estoy tecleando con dificultad en el demoníaco teclado qwerty que, con lo minúsculo que es, tengo que escribir con los pulgares y con cuidado de no pulsar diez teclas a la vez.
Otra cosa sorprendente es que como es para gringos conseguir una tilde o una ñ es un milagro de destreza y obstinación por mi parte, y de ocultación topológica por la del fabricante.
Resulta también arduo, y aún no sé si imposible, configurar el correo electrónico. Por lo de pronto, en ningún lado que haya yo visto se explica el procedimiento para que se entienda (el único sitio que dice algo acerca de en qué consiste es el contrato de software, que hasta la fecha no había leído completo en ningún producto).
El navegador web es desesperante de lento, a pesar del 3g. En eso es incluso un pelín más lento que el gprs de yoigo en mi sony ericsson.
La forma del cacharro, enorme para que quepa el inútil teclado, es incomodísimo de coger para manejar la rueda lateral en el navegador.
Y hasta aquí lo que ya podía hacer con el SE de yoigo. Pero es que además hay una serie de cosas que creí posible hacer con esto y que se han revelado imposibles o al menos muy difíciles. La principal expectativa incumplida es la capacidad de trabajar con google docs. Se puede leer, pero no escribir. Y digo que puedes leer pero sólo si tienes una paciencia megalítica, porque si gdocs tarda en un ordenador imagínate en este zapatófono.
Ya me imagino que con el tiempo me iré acostumbrando al teclado (dios mío; estoy completando la anotación en casa con un teclado de verdad y voy como una bala), y que lo del navegador será cuestión de fastidiarse durante un año y medio y luego abandonar la marca y la compañía (Vodafone= Luís Candelas), y regresar a los cálidos brazos de Yoigo.
Quizá añada a esta anotación otra con nuevas sensaciones cuando me haya hecho con el terminal (sobre todo ese teclado… dios mío, qué truño!). Por lo de pronto, desde que comencé la anotación, hoy a las diez, he conseguido configurar el correo con la ayuda de una chica de Vodafone que sabía de lo que hablaba (primero pasas por una máquina, un teleoperador que no sabe absolutamente nada, una teleoperadora ligeramente enterada de algo, otra igual pero que inventa con mucha autoridad y al final te pasan con la persona que de verdad te va a solucionar el problema… si no se corta antes). Pero ya mi sony ericsson traía y llevaba los correos que era gloria bendita (eso sí, no inmediatos, y además gmail iba con una aplicación diferente; bueno, que está mejor en esto la Blackberry, cosa por otro lado que era de esperar).
Lo siento por Enrique Dans, que es un enamorado de BB (y ellos de él; la cosa es mutua), pero no comparto por ahora su dilección.
Como digo yo. Con el mimbre que tenemos tendremos que hacer el cesto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario