Parece que de nuevo los siniestros hilos de la derecha antimonárquica mueven ficha para excitar los ánimos de los enemigos de la corona, o para tornar en enemigos los indiferentes de otrora.
En efecto, se pide ahora una multa de 14.000€ para un cantante que llamó parásitos a los reyes.
No obstante, quiero pensar mejor (trabajo en la administración y sé cómo son estas cosas) que todas estas actuaciones desafortunadas en defensa de la familia real se deben más a la adoración de la norma (en cierto modo, lo que weber llamaba ritualismo burocrático) que a una trama en busca de una consecuencia de rebote.
Lo que choca un poco es que en tan poco tiempo se den los casos de El Jueves, la desmedida reacción contra los que queman fotos de los reyes y ahora esto. Yo que el rey me preocuparía más por esos fiscales quitamotas que por las injurias en sí. Y recomiendo a todo aquel con afán de notoriedad o de aumentar sus ventas que se apresure a insultar ya, porque si esperan mucho se exponen a saturar el mercado, tanto por hartazgo del público como del propio ministerio fiscal, que o transige o colapsa los juzgados.
Por otro lado, observo que al muchacho al que se acusa esta vez se le pedía una multa de 4.000€, hasta que fue a declarar. A la salida, el fiscal aumentó la multa a 14.000€. Por favor, yo quiero a toda costa saber qué fue lo que dijo en el interrogatorio. Debe ser bueno, para costar diez mil euros.
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